miércoles, febrero 21, 2007

Escucha como llueve..

Llueve. Estoy en casa escuchando música. Una lámpara alumbra la habitación. Miro las paredes y veo reflejada la oscuridad de la noche. Un perro ladra a lo lejos, dejando tras de sí un hueco, un vacío. Abro el libro que estoy leyendo, de Bobin, dice:
"Estoy en la cama, pero no he abandonado totalmente el cuerpo del sueño, un cuerpo macizo, arcilloso, sin forma. No me muevo, mantengo los ojos cerrados y escucho el rumor del mundo por la ventana entreabierta (...). Esta percepción matutina de los sonidos me produce, desde mi más tierna infancia, una dicha enorme. Es ella quien me enseña de nuevo la gracia de estar vivo. Todo está ahí, no falta nada.."
El perro se ha callado y ya sólo se escucha el tintineo constante de la lluvia, el ruido de algún coche, el temblor de las ramas sacudidas por un viento apagado, mudo.. Pienso en las palabras de Bobin y sé de lo que está hablando: la dicha pertenece a la intimidad. La alegría surge precisamente de la sencillez que acoge lo hermoso de la vida sin plantear más preguntas, sin pedir nada porque todo se nos ha entregado.. Una sonrisa, un abrazo, la ternura de unos ojos, la alegría de las flores, el agua clara, pura, transparente, el rocío, la niebla y el frío, el canto de un ruiseñor o el aceite que humedece una rebanada de pan.
Una mañana te despiertas y quizá escuches esta misma lluvia, quizá haga frío, quizá no te apetezca levantarte. Afuera, escuchas el bullicio aún somnoliento de la vida: un gallo que canta, si vives en el campo; un café que humea; el despertar cansino de algún coche. Una madre acompaña a su hijo, un hombre barre la calle, el trino de los pájaros ..
Quizá recuerdes lo último que hiciste anoche antes de ir a dormir. Tres rosas dibujan una acuarela en el espejo de tu habitación. Su luz resplandece coqueta, misteriosa, como una mancha de aire que tiñe el espacio. A tu derecha, un grabado, un dibujo hecho a carbón, el libro que estás leyendo. Cierras los ojos y decides seguir durmiendo. Sabes que la vida prosigue allí fuera..
Y das gracias.


19 Comments:

At 11:45 p. m., Anonymous Anónimo said...

El fin de semana estuve perdido bajo las sabanas oyendo la lluvia crepitando en el alfeizar de la ventana, escuchando al viento golpear la persiana contra el cristal…
Y de mientras mi cabeza sobre la almohada, acurrucado en mi esquina, soñando y haciendo el amor…
Me ha encantado tu relato.
Aquí te dejo la historia de un día que no paraba de llover del disco de Nena daconte:

Me contaron los del mercado que arriba, en el número 23, vive una mujer con balcones rotos y jirones en la piel, y los ojos color miel.

Y en los días de lluvia, sale a pasear hasta el banco que queda donde la estación de tren. Y allí canta canciones para quien quiera escuchar.

La nostalgia que trajo desde su hogar, y la historia de una vieja manta que se olvidó en aquel cajón del aparador.

Que ocupaba la pared donde colgaban las fotos que no pudo recoger cuando tuvo que salir, aquel día que no paraba de llover. Y en el banco que queda donde la estación de tren, ella canta canciones para quien quiera escuchar.

Me contaron los del mercado que han puesto flores en el balcón por los hijos que ella perdió, porque no tuvo tiempo de quedarse haciendo el amor.

Alguien se lo llevó, ni una triste rosa le dejó.
Y en el banco que queda donde la estación de tren, ella canta canciones para quien quiera escuchar.

La nostalgia que trajo desde su hogar, y la historia de una vieja manta que se olvidó en aquel cajón del aparador, aquel día que no paraba de llover.

 
At 12:26 a. m., Anonymous Anónimo said...

Entonces sabes a que me refiero Itoitz;) Gracias por la canción, es una letra bonita..intentaré escucharla con música mañana.
Musus

 
At 12:35 a. m., Anonymous Anónimo said...

Y yo creo que se de que hablas tu....

Y me encanta.

 
At 2:38 a. m., Anonymous Anónimo said...

¡Cómo me gusta esta canción!

Yo te dejo otra: Banana Pancakes, de Jack Johnson:

"Can't you see that it's just raining? There ain't no need to go outside..."

Pues eso.

Besos

 
At 10:06 a. m., Blogger rh said...

Yo ya no me quedo en la cama al despertar. Hace tanto tiempo que no lo hago que ya no me acuerdo de ese estado medio fantasmal y al mismo tiempo tan perceptivo de cada detalle (formas y sonidos).

Lo echo de menos, me lo has recordado.

No obstante, te diré que siempre ando enredado en todo ese tipo de detalles, a veces demasiado quizá.

Un abrazo fuerte

 
At 11:49 a. m., Anonymous Anónimo said...

Je, je, je,.... como me alegra pensar que soy yo el responsable de que os hayais descubierto.

Besazos Azzu

 
At 2:24 p. m., Anonymous Anónimo said...

Me encantó el post como siempre azzurita. Explica perfecto porque a algunos nos hace feliz ver el mundo pasar, admirar su belleza solo por ser.

Un beso!

 
At 8:30 p. m., Blogger Olvido said...

Si lo mas importante es darnos cuenta que a pesar de todo la vida sigue y quedarnos o seguir depende unicamente de nosotros.
Lindo post AZZURA !!
Besos
Olvido

 
At 11:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

La duermevela y el despertar sin prisas es lo mejor que nos puede pasar en la vida. Hay tiempo para todo. Epocas que podemos y otras que hay que salir pitando sin fijarnos que ha empezado un nuevo ciclo vital, un nuevo amanecer.
Disfrutemos pues cuando esté a mano.

 
At 11:28 p. m., Blogger MLPH said...

Así de sencillo... y sin embargo cuanto y cuanto nos/se empeñan en enredarlo.
La vida es bella, nadie dijo que fuera fácil (mafalda), pero es bella y tan fácil como sepamos leer sus mensajes para algunos encriptados, para algunos...

Besitos.

 
At 11:57 p. m., Blogger mixtu said...

um dormir, um desperetar
uma vida a passar...

poesia...

beijinhos

qtf

 
At 4:00 p. m., Blogger Noa- said...

Me encanta sentada en un sitio cómodo con mi lectura entre las manos, parar por un momento disfrutándo de la visión de las gotas cayendo por el cristal...

Saludos

 
At 5:24 p. m., Blogger JUANAN URKIJO said...

Para quien ya no cree en revoluciones de cacareo ni en trasnochadas azañas, las pequeñas cosas que dan sentido a un momento son las que terminan por dar sentido a la propia vida. Disfrurarlas consciente y serenamente nos sitúa en la antesala de una felicidad puntual y doméstica, sin estridencias, al fin y al cabo, la nuestra. Esa que nos lleva a sonreír y a abrazar a nuestra gente, a guiñarles un ojo cómplice, a decirles en silencio: estoy aquí, dispuesto, sabes que me tienes...
(Y todo esto, tal vez, porque empezó el día y, aún entre las tibias sábanas, nos consentimos unos minutos mientras sentíamos llover).
Un beso, Azzura.

 
At 5:25 p. m., Anonymous Anónimo said...

Me gusta estar en la cama despierta, los ojos cerrados, casi inmovil y, dejarme llevar por mis pensamientos, por los sonidos amortiguados que me llegan, por mis delirios, por mis tristezas. Me gusta viajar hasta el fondo de mi y la música de lluvia, si cabe, hace más grato el vital viaje.

Besitos
Feliz fin de semana

 
At 8:07 p. m., Blogger almena said...

El sonido de la lluvia en los cristales siempre me llega como una melodía.
Me encanta ver llover.

Feliz finde
Un beso

 
At 9:47 p. m., Blogger Casa Macuca "Conin" said...

besos y como siempre un placer sumergirme en tus letras

 
At 10:43 p. m., Blogger azzura said...

Besos tambien.. que tengáis un buen fin de semana;)

 
At 5:30 a. m., Blogger Clarice Baricco said...

Amo la lluvia. Escucharla, sentirla, olerla. Todo.


Abrazos entre la lluvia.

 
At 12:41 p. m., Anonymous Anónimo said...

yo también.. Gracias Clarice;;)) otro enorme para tí

 

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